*No todo tiene que ser gracioso.

martes, 6 de diciembre de 2011

Un disfraz de adulto (1)


Sobre lo perdido.


De nene iba a ver las películas de Superman al cine. Me llevaba mi papá.
Llegábamos siempre temprano. Ibamos a esos cines que había en la calle Lavalle. Siempre estábamos a tiempo en todos lados. "Nunca llegues tarde a ningún lado, sino empezás con desventaja, y no es justo."


Tengo el recuerdo de un montón de chicos más en las salas. Estábamos todos impacientes a que empiece el evento. Los nenes se ponían a gritarle a aquel colosal pedazo de tela negra donde un señor iba a volar, donde se iba a proyectar lo imposible. Lo miraba a mi papá en silencio. - "¿Querés ir con ellos?" - No le respondía y me iba corriendo junto al montón a gritar como maniáticos:-"¡Salí, Superman, salí!"
Nunca salió antes de tiempo. Nunca después, siempre a horario.


Nos íbamos del cine, y sin contratiempos me iba a la casa donde tuve la mejor niñez posible.


Me acabo de enterar que el padre del creador del concepto de Superman murió en un asalto cuando él todavía no era un adulto.


Yo tampoco lo era cuando se fue el mío.


De todas maneras esto no es sobre él.
Tal vez sólo un poco. Evitaré tocar demasiado el tema.


"Félix, es que estas enamorado de tu niñez..."


---


Hay una historia que leí demasiadas veces. Es sobre un niño que va al cine con sus padres y la excursión lo termina dejando huérfano.
La historia la conoce todo el mundo.
Es esa de un hombre que se disfraza de murciélago.


Mi hermana me contó una historia sobre Jaime, un nene que quería ir a una fiesta de disfraces vestido de Batman.
La madre no pudo conseguir el traje a tiempo y Jaime llegó a la fiesta sin disfraz.
Por un capricho del azar, en la fiesta había un niño vestido de Batman. Se acercó y le dijo a Jaime:- "Hola, soy Batman" - y éste, más rápido que una bala improvisó:- "Mucho gusto, yo soy Bruce Wayne."
Los niños quieren ser Batman, las niñas quieren ser princesas. Curioso que en ambos casos sus padres tengan que desaparecer para que ésto suceda.


---


"I'll dress like your niece
And wash your swollen feet"
Cuando le preguntaron a Thom Yorke sobre la letra de True love waits, dijo que identificaba el concepto del amor verdadero con el de los niños, y que mejor manera de describirlos que disfrazándose, que mejor disfraz que el de niño.


---


Los niños quieren ser un hombre que se disfraza. Aunque los hombres no se disfrazan. Eso es algo que uno deja de hacer a menos que se dedique al arte dramático.
Me gusta pensar que esa es la razón por la que empecé a estudiar teatro. La idea de disfrazarme toda la vida, pero no. Eso sería una mentira muy fea, y la verdad es que para eso cuento alguna de las lindas.


Bruce Wayne decide vengarse en un disfraz cuando todavía es un niño.
Yo decidí que me iba a dedicar al arte antes de saber que el mundo ofrece muchas más opciones. Cualquier cosa, podría haber considerado ser un albañil, por ejemplo.


No leo comics todos los días, sólo cuando no puedo pensar.
Hace un par de días llovía y me puse a releer el funeral de Batman.
No es un número cualquiera, lo escribió Neil Gaiman, que es un escritor de la San Puta.
Por supuesto que no muere.
Pertenece a ese tipo de historias que no afectan la continuidad.
Leer estas historias es admitir que probablemente uno este disfrutando de una causa perdida. De algo que no va a ninguna parte.


Rara vez una historia afecta la continuidad.


No sigo todas las historias de Batman, pero sé que esencialmente hay tres tipos.
Hay algunas que no van a ninguna parte, hay otras que aportan algo a la historia general y hay otras, que son siempre la misma. La historia que conocemos todos, donde lo vemos en el eterno bucle en el que asesinan a sus padres delante de él, donde vuelve constantemente a sus recuerdos.
Leí también, incontables veces, el recuerdo de su madre leyéndole libros. En cada relato el libro es distinto.
En su funeral es el libro de las buenas noches.
Y lo vemos, diciéndole buenas noches a sus juguetes de adulto, como lo haría un niño, yo me despedí de la misma forma de la casa de mi padre.


A mí mis padres nunca me leyeron. Me compraron todos los libros que quise, pero nunca me leyeron.
Nunca entendí la relación de mi padre con la literatura.
Sé que escribió un libro que después rompió.
Sé que tenía papiros gigantes en su living donde había copiado a mano un par de poemas de Mario Benedetti.
Sé que una vez almorzábamos en Edelweiss, mi padre lo reconoció, le pidió que escriba una dedicatoria en un libro y, como teníamos el mismo nombre, nos lo dedicó a los dos.


"...no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo..."


Se que lloró leyendo Cien años de soledad. Sé que sus amigos le decían Aureliano Buendía, porque todos los días quería inventar algo nuevo.
Yo no sé llorar.
Quizás por eso me dedico al arte. Sino tal vez me dedicaría felizmente a ser un albañil.
Quizás un día aprenda a llorar, y sencillamente me dedique a hacer una casa y una casa hermosa será.
Pero hasta entonces seguiré dedicándome a las causas perdidas


---


Cuando yo tenía veintinada, mi tía Negra acostumbraba aparecer cada tanto en casa, tomábamos té y hablábamos de libros.
En general, intercambiábamos libros de Andrés Rivera, de aquella época en la que editaba seguido en Alfaguara. Siempre hablábamos de algún otro también.
Una vez, mientras le servía un poco de Rooibos, ella levantó de la mesa Las películas de mi vida, de Alberto Fuguet.
Lo abrió y lo leyó un poco. Lo cerró con fuerza


"El pasado hay que dejarlo ahí, donde está, en el pasado."


El té no se había enfriado ni un poco.
Quizás fue directo a la única oración que subrayé en el libro:


"Fue ella la que abrió mi memoria y que dejó escapar la viscosa sustancia de la que estan hechos los recuerdos."


---


Fede Novick trabaja con mis amigos en Buenos Aires. Me escribió para decirme que iba a estar en Madrid hace unos meses. Nunca nos presentaron, pero tenemos demasiados amigos en común como para no tomarnos un par y hablar bien y mal de personas.
Él tenía el recuerdo de unos bocadillos de tortilla que vendían en una panadería de la Gran Vía de Madrid.
Llegó y mientras descubría que no eran lo mismo, entró Rocío por la puerta para comprar una torta de cumpleaños.
Yo lo conocí en esa fiesta. Se quedó boquiabierto cuando la vió pasar con la misma torta que se había llevado de aquella panadería, y casi se cayó de culo cuando se la presenté.

Con Novick hablamos de amigos, de música, de comics, y de Neil Gaiman.



"Es el trabajo de un escritor, contar las historias de siempre de maneras nuevas." Neil Gaiman


---


Porque a veces, una causa perdida es lo único que nos mantiene en pie.
Como volver a leer un libro.
Volvés a lo mismo porque te dejó un buen sabor en la boca, porque querés ver si ahora que pasó el tiempo es distinto, porque nada sabe igual y esa historia a la que volvés es la que forma parte de quien sos.
Porque querés ver si la historia es la misma cuando vos sos distinto.
Porque querés volver a perderte en esas páginas.


"Félix, vamos, pasa la página."


La página la paso cuando se me da la gana, y a veces, no me da la gana pasarla, me da la gana quedarme ahí.
Me dedico a hacer algo con lo que queda ahí. Lo decidí incluso antes de saber que iba a haber algo ahí.
No es por egoísmo, es que no sé hacer otra cosa. No sé llorar, no sé hacer casas. Sé dedicarme a las causas perdidas.


"Félix, es que estas enamorado de tu niñez...".


Y tienen razón, cuando dicen que es una causa perdida.
Que es inútil.


Como leer historias que no van a ninguna parte.
Como volver a leer la misma historia una y otra vez.
Como escribirla.
Como dedicarte al arte.
Como pensar en el amor perdido.
Como escribirle.
Como pensar sin sangre.
Como no dejar atrás el pasado.
Como disfrazarte de adulto.


- "Eres un bebe"
- "No, soy un adulto"
- "Eso es lo que dicen todos lo bebes"

1 comentario:

  1. "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad."

    Y escribir así es un gran poder, ciertamente.

    ResponderEliminar